Reseña: Valeria en blanco y negro | Elisabet Benavent

30 septiembre 2016

                                           



Título: Valeria en blanco y negro
Autor/a: Elisabet Benavent
Saga: Si
Editorial: Suma
Género: Romántica contemporánea / Chick lit
Año de publicación: 2013
Nº de páginas: 456
Edición: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788483655542
Precio: 17€
Libros: En los zapatos de Valeria | Valeria en el espejo | Valeria en blanco y negro | Valeria al desnudo







"Valeria encuentra un sujetador que no es suyo en la casa de Víctor. 
Valeria se siente humillada, engañada, estúpida... Y de pronto aparece Bruno, ¡peligro! 
Y mientras el mundo se pone patas arriba...
 ...Lola conoce a Rai en sus clases de chino. 
...Carmen tiene problemas en la organización de su boda. 
...y Nerea se ha cansado de ser Nerea la Fría."


A riesgo de parecer un blog temático, dedicado en exclusiva a esta saga de libros, no puedo romper la dinámica de reseñas y continuar dedicando este espacio a ella hasta que acabe de hablar de todos. Hace mas de dos años que la leí por primera vez, la he releído en dos ocasiones más y, aunque es cierto que algunos hechos concretos se van volviendo difusos, recuerdo perfectamente las sensaciones y la dependencia que tenía con esta historia. 

De nuevo debo avisar de la presencia de spoilers a partir de este punto.
Empezamos donde lo dejamos en el libro anterior. Valeria y Víctor. Víctor  Valeria. Están sin estar, sin saber a que atenerse, sin querer darse cuenta de que se les escapa de las manos aquello que en realidad quieren. Están, y perdonadme la expresión, acojonados por todo lo que son capaces de sentir y por no saber como encauzarlo. 
Victor teme perder su independencia, le asusta el compromiso y no es capaz de mostrarse implicado al cien por cien después de algunos hechos ocurridos en el libro anterior.
Valeria no es capaz de ser sincera con respecto a lo que siente y quiere, en primer lugar, porque a ratos ni ella misma lo sabe, y en segundo lugar, porque se niega a ver que Víctor es ÉL.
Todo esto hace que finalmente ocurra algo que hace que Valeria termine por dar carpetazo a toda su historia y decida luchar por si misma y por nadie más. Debe poner en orden lo que quiere, lo que no quiere, su pasado y su presente.

Vemos en este libro una evolución de los personajes, un cambio de roles. Victor sigue adelanate aunque sufre y debe acabar por aceptar que si, señores, se ha enamorado. Tranquilo Víctor, que torres más altas han caído. Valeria se centra por fín en si misma, en seguir con su vida y en aceptar las cosas que vayan llegando a su vida.

En medio de toda esta vorágine aparece Bruno, un escritor que llega a la vida de Valeria como contrapunto a Victor. Con él todo parece más sencillo. Es una persona directa, que dice lo que quiere y no esconde lo que no le gusta, que no confunde a Valeria en cuanto a sus intenciones y eso, parece, es lo que necesita ella en este momento. Aunque también hay algunos elementos en la vida del escritor que hacen que no todo vaya a ser tan sencillo.

Debo reconocer que le tengo cierta manía a este nuevo personaje, quizás por el "amor" que le profeso a Víctor. Hay algo en él que no me termina de convencer, que no me hace sentir. Es como si con él todo fuera tan fácil y tan plano, que aunque no traiga esos momentos de cierto sufrimiento y confusión, tampoco trae consigo ese amor pasional y visceral. Como si el amor tuviera que ser algo práctico, el sexo simplemente un acto salvaje para saciarse... No se explicarlo, pero es la persona que hace que me den ganas de entrar en el libro y decirle a Valeria que espabile y que por no complicarse, está conformándose.

Y, por supuesto, no me puedo olvidar de las tres fieles amigas de Valeria. Es increíble poder ver por un agujerito lo bien hiladas que están sus historias. Entrelazadas con la de Valeria pero independientes cada una de ellas. Las chicas crecen, cambian, deciden y pierden el control, o lo toman en algún caso. Carmen sigue adelante con su relación, y escuchamos campanas de boda para ella y Borja (al que también le haría falta algún hervor en mi opinión). Lola ha podido romper con su pasado y, aunque estaba completamente decidida a tomarse un respiro con los hombres, estas cosas no se buscan, llegan solas, y a ella le llega. Y Nerea, ¡Nerea! Por fin se va a soltar la melena y se va a decidir a desafiar lo que todos esperan de ella para hacer lo que realmente le gusta. Porque aquí, el que no arriesga, no gana.

No voy a volver a decir lo mismo en cuanto a la descripción de la estructura del libro ni la pluma de la autora, porque tendría que repetir punto por punto lo que dije en la anterior reseña. La única cuestión negativa ha sido que Bruno entrase en escena, porque a menudo, me daban ganas de hacer que desapareciera o que sus apariciones pasasen mucho más deprisa.
Vuelve a hacerlo Elisabet Benavent. Vuelve a hacer que me de un vuelco el corazón, que me indigne y me cruce la rebeca, que me muerda las uñas de rabia, que me ría a carcajadas y que, por primera vez, tome manía a un personaje haciendo que no disfrute de las partes en las que aparecía. Una noche y la mañana siguiente me duró, y no por corto, sino porque me lo bebía.






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